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El éxito suele identificarse con la felicidad. Pero, habría que empezar por cuestionarse qué significa tener éxito en la vida. Desde nuestra perspectiva, como profesionales de la salud mental, es mucho más enriquecedor que te propongas alcanzar metas concretas. Este planteamiento, más coherente con la idea de un desarrollo personal continuado, genera menos estrés y mayor bienestar emocional. Por eso, te proponemos una estrategia eficaz y sencilla que te ayudará a conseguir ese objetivo.
La importancia de tener metas
Todas las personas nos planteamos objetivos o sueños que queremos alcanzar. Y, además, en cualquier etapa de la vida. Su valor es que nos motiva para esforzarnos y superarnos. Pero, también es un foco importante de frustraciones, obviamente, cuando no conseguimos alcanzar esas metas. Incluso, a veces, alcanzarlo tampoco produce la satisfacción esperada, probablemente, porque tenemos una carencia al gestionar las emociones.
Es habitual que esa motivación inicial te lleve a poner todo el énfasis y el esfuerzo en los primeros momentos y, después, vaya decayendo. Hay numerosos de la dificultad de mantener esa esfuerzo de forma continuada. Ocurre cuando haces un plan para perder peso o cuando preparas unas oposiciones, por citar dos situaciones muy comunes. Los meses iniciales, pones todo tu empeño. Pero, no es raro, que pierdas energía progresivamente, con el paso de las semanas.
De ahí que, sea imprescindible tener una adecuada planificación que te permita alcanzar tus metas. También, es esencial acertar con la manera en la que planteas esos objetivos. Puedes conseguirlo, si tienes en cuenta los siguientes consejos.
Pasos para alcanzar tus metas
Conviene recordar que, la importancia de las metas no se queda solo en su propio ámbito. Su influencia suele contagiar a otras áreas. Y, sin duda, te genera un bienestar emocional que mejora integralmente tu vida. Por eso, nos parece imprescindible orientarte para que alcanzar metas sea asequible para todas las personas. Estas son las 5 claves:
1. Definir las metas que aspiras a alcanzar
Una cosa es tener sueños y otra proponernos metas. Los primeros suelen ser poco concretos, es una especie de aspiración indefinida. Con una información tan escasa, es muy probable que tus esfuerzos se pierdan porque no están bien enfocados.
Si hablamos de estudios, por ejemplo, mejor que vayas examen a examen, que poner el objetivo en la nota final del curso. O si has comenzado a correr, no te propongas de golpe participar en un maratón. Empieza por pruebas de distancias más cortas.
2. Los planteamientos siempre en positivo
El lenguaje importa más de lo que parece. Es algo que saben muy bien las personas que promueven el lenguaje inclusivo. Y, en este sentido, no es lo mismo expresarte con frases en negativo que formulándolas en positivo. Es decir, en lugar de “no voy a comer más azúcar”, proponte algo como “voy a incorporar más frutas a mi dieta”. Sería perfecto si, además, eres capaz de crear una imagen visual de esa meta, que tengas a la vista. Es un estímulo muy efectivo.
3. Alcanzar metas marcando los tiempos
Antes ya decíamos que el paso del tiempo es uno de tus mayores enemigos a la hora de conseguir tus metas. Para combatirlo, dale la vuelta a la situación. Usa el tiempo a tu favor. Y, aunque no lo creas, nada más práctico que acompañar tus objetivos con unas fechas para alcanzarlos. Eso sí, date un margen que sea realista, si te presionas demasiado, puede provocarte más estrés y frustración. Un mecanismo que puede ayudarte es fragmentar tus metas en propósitos más pequeños y escalonados, con sus respectivas fechas.
4. Haz del aprendizaje tu forma de vida
Aprender es crecer y evolucionar. Deberíamos estar siempre dispuestos a añadir conocimientos y experiencias a nuestro bagaje personal. No se trata de ponerse a estudiar, el concepto es mucho más amplio. Es ese aprendizaje que nace de ir por la vida con la mente abierta e interés por las aportaciones de los otros. Desde luego, si te rodeas de personas diversas, con puntos de vista diferentes, el aprendizaje está garantizado.
5. Disciplina y paciencia
Sabemos que el término disciplina tiene mala prensa, Sin embargo, es una cualidad muy positiva. Tiene que ver con la capacidad de ser organizado y respetuoso con tus propios planes. Y, por supuesto, con el esfuerzo. Ser disciplinado no está reñido con dar un cierto margen a la improvisación o la espontaneidad. Solo tienes que mantener, al menos, unos mínimos compromisos. Sin olvidarte de acompañarlos de una buena dosis de paciencia. Nada más frustrante que las prisas prematuras.
Alcanzar tus metas es la manera más positiva de afrontar tu día a día. Y, también, te ayuda a estar más cerca de ese futuro que te gustaría vivir. Sobre todo, te convierten en el absoluto protagonista de tu realidad. En Pensaments Psicólogos Mallorca, te animamos a seguir este camino y te ofrecemos apoyo psicológico si sientes que necesitas una orientación inicial.
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