¿Cómo gestionar la convivencia durante el confinamiento?

Estas semanas estamos ofreciendo algunas pautas para gestionar las emociones y afrontar con una mayor eficacia nuestro día a día durante el periodo de confinamiento. Sabemos que la situación actual no es fácil y que no todas las personas la están viviendo de la misma manera. Es muy importante adecuar nuestro hogar a las necesidades propias, además de gestionar las relaciones interpersonales de nuestro día a día: la convivencia puede ser un factor estresante en determinados momentos, ya que es probable que ahora nos sea mucho más difícil encontrar nuestro espacio.

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Hoy vamos a proporcionar unas recomendaciones para mejorar el tiempo que pasamos en casa:

 

  • Cuidar el entorno

Es necesario controlar, dentro de lo posible, el ruido y la luz que hay en casa. Cuando compartimos nuestro hogar con la familia, o con otras personas, podemos utilizar medios que suavicen o inhiban el ruido para evitar molestar a los demás (cómo utilizar cascos para escuchar música, hacer las videollamadas en otra habitación…). Por ejemplo, una buena recomendación es no pasar largos periodos con ruidos irritantes de fondo. 

 

  • Respetar los espacios

todas las personas necesitamos momentos de paz y autonomía. Estos días es más difícil encontrarlos, ya que si no vivimos solos estamos acompañados la mayoría del tiempo. La compañía tiene sus ventajas, pero también tenemos que recordar que dedicarse tiempo para uno mismo es igual de necesario que socializarse. Siempre que se pueda, hay que buscar momentos de privacidad y saber gestionarlo sin que el resto de integrantes del hogar se ofendan o se sientan mal. Tenemos derecho a nuestro espacio y es necesario para que podamos establecer relaciones sanas. 

 

  • Relacionarse es bueno

Por otra parte, las personas que viven solas también tienen que cuidar ese aspecto. Es cierto que hay personas que toleran mejor la soledad y otras que no, pero nunca está de más hacer una llamada a nuestras amistades o mantener el contacto con la familia.
Para los que viven en familia o pareja, los patrones de dinámicas positivas en cuanto al funcionamiento social (apoyo incondicional, toma de decisiones de forma democrática, evitar que las normas se establezcan de forma unilateral…) pueden ser de gran ayuda para mejorar el clima en casa. 

 

  • Hay que ser flexibles

todas las situaciones que se presentan son, para la mayoría, nuevas. Trabajar desde casa, en un espacio no adaptado con ese fin, hacer las reuniones sociales a través de una pantalla, convivir constantemente con los vecinos en los balcones o terrazas… El contexto es inusual y eso implica por parte nuestra una exigencia de adaptación superior. Debemos ser flexibles y no exigir más de la cuenta (ni a nosotros mismos, ni al resto). Por ejemplo, hay compañeros de trabajo y amigos con hijos que no podrán respetar al 100% los horarios que se han marcado. Debemos ser tolerantes y no exigirnos, ni exigir, más de lo que se pueda hacer en esta situación. 

 

  • ¡A tu manera!

Aprovecha para sacar el polvo a esos muebles que nunca tenías tiempo, decora tu hogar a tu gusto, invierte tiempo en hacer tuyo el espacio. Esa casa donde pasamos horas y horas ahora, más que nunca, tiene que ser un sitio acogedor y que nos complazca.

Dale una vuelta a tu creatividad, ¡puede que aparezcan ideas geniales!

 

Ya para finalizar, añadir que algunos estudios (por ejemplo, el que citamos a continuación del texto) demuestran que existe una correlación significativa entre las condiciones de habitabilidad de un hogar (la disposición de la casa y el ambiente) y la buena convivencia. Eso sugiere que las buenas condiciones físicas de una casa pueden ser un elemento muy importante en el bienestar global de las relaciones que se generan entre sus muros. No lo olvides: cuidar el espacio donde convivimos favorece las relaciones positivas que se establecen en él. 

 

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BIBLIOGRAFÍA: 

Corral-Verdugo, Victor & Lohr, Ivan & Torres, Lorenia & Acuña, Arturo & Soto, Sheila & Ayala, Dora & Piña, Carlos & Milán, Mariana. (2012). La influencia de la habitabilidad de la vivienda en los patrones de convivencia familiar. PSICUMEX. 1. 74-87.