Hipocondría: ¿Cuáles son sus síntomas y causas?

Dos años de pandemia han puesto a la salud en el punto álgido de nuestras preocupaciones. Y está bien, si sirve para mejorar nuestros hábitos y cuidarnos más. Pero, el aumento e intensificación de la hipocondría es la cara negativa de esta mayor presencia del tema de las enfermedades en nuestras conversaciones y nuestra vida en general. Recordamos en qué consiste y cómo se puede identificar a un hipocondríaco.

 

¿Qué es la hipocondría?

 

Desde la perspectiva de la Psicología, hay que comenzar mencionando que la hipocondría es una forma de ansiedad. En este caso, lo que le ocurre al hipocondríaco es que siente un miedo irracional y una preocupación constante pensando que sufre una enfermedad grave.

 

Cualquier pequeña molestia, el típico dolor de cabeza, un leve constipado o un sarpullido en la piel son interpretados, por alguien que sufre hipocondría, como la señal de que está al borde de un terrible diagnóstico médico. Pero, no es que se lo imagine, es que realmente está convencido de la gravedad de su situación. Este convencimiento lo vive con tal nivel de angustia e intranquilidad que puede llegar a impedirle llevar una vida normal.

 

¿Como identificar a un hipocondríaco?

 

La vida de una persona que sufre hipocondría es más complicada de lo que podría parecer. Porque sus temores no solo aparecen cuando tiene algún malestar por mínimo que sea, sino que está continuamente preocupado por su salud. La gama de síntomas de la hipocondría es variada y extensa:

 

  • Preocupación obsesiva ante la idea de estar gravemente enfermo, como ya hemos citado.
  • Fijación por la observación continua del propio cuerpo, en busca de cualquier señal de algo raro o que no funciona.
  • Una relación "anormal" con el médico, por exceso o por defecto. Y es que, hay hipocondríacos que no salen de la consulta del médico, están pidiendo cita constantemente ante el menor problema. Pero también hay otros que, precisamente por ese pánico y convencimiento de recibir el diagnóstico fatal, se niegan a ir al médico.
  • Búsqueda incesante de información sobre enfermedades. En este sentido, internet se ha convertido en el aliado perfecto de la hipocondría por la asequibilidad del acceso a todo tipo de datos sobre salud y medicina. Y un problema para los psicólogos porque agrava notablemente la ansiedad de estos pacientes.
  • Prevalencia de un estado de ánimo depresivo.
  • Tendencia al aislamiento social, sobre todo, evitando situaciones en las que el hipocondríaco piense que está más expuesto a contagiarse de una enfermedad o sufrir un accidente.
  • Incredulidad ante el diagnóstico del médico. Inicialmente, la persona se tranquiliza al confirmarle que no tiene nada grave. Pero, en pocos días, incluso horas, vuelve la ansiedad porque está seguro de que el facultativo se ha equivocado.

 

Causas de la hipocondría

 

¿Cómo es posible que una persona llegue a este estado de convencimiento sobre su salud, en el que no le sirven ni los resultados de las pruebas médicas, ni la opinión de los expertos? Pues, como sucede en la mayor parte de los trastornos y disfunciones relacionados con la mente y las emociones, no es fácil encontrar una explicación.

 

El origen de la hipocondría hay que buscarlo en un conjunto de situaciones que se pueden dar simultáneamente o se van encadenando a lo largo de la vida. Estas son algunas de las causas más frecuentes:

 

  • Antecedentes familiares: es muy habitual que los hipocondríacos hayan crecido en un entorno en el que la preocupación excesiva por la salud sea la norma.
  • Experiencias duras con la enfermedad: haber pasado por un proceso de enfermedad grave en tus propias carnes o en una persona muy cercana suele dejar consecuencias, entre ellas, la de volverte hipocondríaco.
  • Tendencia al pesimismo: es un ejemplo de lo que significa la expresión “ver la botella medio vacía”, porque son personas que se inclinan normalmente ante lo más negativo.
  • Búsqueda del beneficio secundario: es el caso de quienes han disfrutado de una atención y unos cuidados gratificantes cuando han estado enfermos e, inconscientemente, intentan tenerlos de manera permanente.

 

Dejar de ser hipocondríaco es posible

 

Sea cual sea el detonante de tu hipocondría, lo más importante es que tomes conciencia del problema que padeces. Es el paso imprescindible para poder superarla. Porque sí, ¡puedes dejar de ser hipocondríaco!

 

Vas a necesitar, lo primero, una confirmación médica que descarte que sufres alguna enfermedad grave. Y, a partir de aquí, lo recomendable es ponerte en manos de un psicólogo, al menos para superar la fase más aguda. El tratamiento de la hipocondría suele ser un conjunto de terapias que incluye el manejo de:

 

 

Recuerda que no eres responsable de tu hipocondría. No añadas más ansiedad a tu vida por la culpabilidad. Con la atención psicológica online podemos acompañarte y ayudarte a superarlo.