Consecuencias de idealizar el amor

¿Existe una definición única de lo que es amar? Si nos ceñimos al diccionario, es evidente que encontraremos una respuesta afirmativa. Pero, en la práctica, la forma en la que vivimos este sentimiento difiere de unas personas a otras. Sin embargo, hay algunas situaciones generalizadas, con consecuencias más o menos positivas. Idealizar el amor es una de las más extendidas e, incluso, magnificadas y que genera mucha frustración. Por eso, es especialmente conveniente revisar en qué consiste y los efectos que conlleva.

 

¿Qué es el amor ideal?

 

Princesas esperando la llegada de su príncipe azul o dramáticas películas románticas en las que se viven historias de amor que no separa ni la muerte (las películas Love Story o Ghost son dos buenos ejemplos). Este es parte del marco mental en el que nos educamos y que nos lleva a idealizar el amor como esa experiencia exclusiva y excluyente, origen de tanta infelicidad.

 

Y es que, pocas ideas han hecho tanto daño a las relaciones personales como la de “la media naranja” o la del “alma gemela”. Crecer pensando que tenemos una única persona ahí afuera, esperando a que la encontremos y juntos formemos esa pareja ideal. Porque, además, enamorarte implica que tienes que ver al otro como un ser perfecto, sin defectos. Idealizar el amor tampoco te permite contrastar opiniones, ni disentir. Si no piensas lo mismo que tu pareja es que no la quieres.

 

Podríamos seguir con un extenso listado de las limitaciones y despropósitos que se esconden bajo la premisa de ese amor idealizado. La idealización es una percepción distorsionada del amor. El compromiso verdadero solo existe desde el conocimiento: sé cómo eres, con tus defectos y virtudes, por eso quiero compartir este momento de mi vida contigo. Este es un planteamiento de la relación amorosa mucho más positivo y maduro.

 

5 consecuencias de idealizar el amor

 

Es cierto que en la primera fase de enamoramiento es más habitual y razonable que idealices a la pareja. Os estáis conociendo y, casi de forma inconsciente, todos mostramos nuestra cara más amable. Pero, a medida que va pasando el tiempo y vais compartiendo más experiencias de todo tipo, tienen que empezar a surgir las diferencias y los puntos de fricción. Pero, esto no es malo. Al contrario, te das cuenta de que vives con un ser humano, no con un personaje de cuento de hadas.

 

De hecho, mantener idealizado el amor, tiene consecuencias para ti y para tu pareja. Y ninguna de ellas es positiva:

 

  1. Baja tu autoestima. Tener esa imagen perfecta e intachable de tu pareja hace que te veas a ti mismo como un ser inferior. Reconocer tus fallos o limitaciones va minando tu amor propio y, progresivamente, te va generando más y más inseguridad.
  2. Aumenta la dependencia emocional. Convives con un ser perfecto y tú eres tan poca cosa que es increíble que quiera seguir contigo. Y, ¿si te deja, quién va a querer estar contigo? Todas estas dudas se van asentando en tu mente y te van sumiendo en una total dependencia emocional de tu compañero o compañera.
  3. Tu pareja se convierte en el centro del universo, el filtro a través del que lo analizas todo. El mundo es ahora un espacio muy pequeño y limitado, bañado de blancos y negros, sin posibilidad de disfrutar de los matices que aportan las gamas de los grises. Las únicas ideas válidas son las de tu pareja, que nunca se equivoca. Por tanto, quien le contradiga está equivocado y deja de tener tu aprecio. Te vas volviendo un extremista, además irracional, porque el único criterio válido es el que establece tu pareja.
  4. Aceptación de conductas reprobables. El caso más extremo sería el de los malos tratos. Pero, sin llegar a ese extremo, idealizar el amor te conduce a vivir una relación desequilibrada, pierdes tu capacidad de decisión y aceptas sin cuestionarte todo lo que viene del otro.
  5. Elevados niveles de frustración. Tu sentimiento de fracaso es doble. Por una parte, cada vez que no te ves a la altura de tu pareja porque te equivocas. Por otra, en el momento que seas capaz de encontrarle fallos, porque se vendrán abajo tus expectativas.

 

Los seres humanos necesitamos amar y ser amados. Pero, las relaciones de pareja deben establecerse en términos de respeto y con sentido común. Idealizar el amor, como hemos visto, puede tener consecuencias no deseadas y generar un desequilibrio emocional. Los psicólogos podemos ayudarte a entender tus sentimientos y a enfocarlos de una manera más positiva. En Pensaments consideramos que la terapia de pareja es un entorno perfecto para profundizar en estos temas.