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¿En qué consiste la terapia para la agorafobia?

¿Cómo explicar que la simple idea de acudir al concierto de tu grupo preferido o al campo a ver en directo el partido de tu equipo de fútbol te paraliza? Pero, hay más. Cuando hablamos de personas que necesitan una terapia para la agorafobia estamos pensando en quienes no pueden disfrutar de un crucero o, tan siquiera, ir de compras a un centro comercial un sábado. 

Un pánico a los espacios abiertos y a las multitudes que casa muy mal con la forma de vida de las sociedades modernas. En Pensaments sabemos que, además de tu fobia y los problemas que acarrea, padeces una incomprensión y falta de empatía muy dolorosa. Y lo peor, casi autoimpuesta por ti. Porque, ante la posibilidad de que nadie en tu entorno entienda lo que te pasa, es más que probable que ni te atrevas a compartirlo. De ahí, que insistamos en la trascendencia de acometer una terapia para la agorafobia de forma temprana. ¡Cuenta con nosotros, somos más que conscientes de tu realidad!

Nuestra terapia para la agorafobia es esa balsa de calma, esa pausa que te hace falta para reconsiderar cómo has llegado hasta aquí y, sobre todo, visualizar que tienes otras opciones. En un mundo altamente dinámico, donde nos hemos convencido de que solo somos lo que los demás ven que hacemos, tu miedo a enfrentarte a situaciones en las que no controlas una vía de salida o escape clara es difícil de explicar. 

Pero es que, además, la perspectiva de protagonizar un ataque de pánico delante de una multitud viene a agravar tu aislamiento. El miedo a hacer el ridículo se añada a todos tus demás temores. Así, el círculo de tus limitaciones se puede ir ampliando indefinidamente. ¡No dejes que suceda! Permite que te propongamos una terapia para la agorafobia personalizada. Cuanto antes te convenzas de que puedes hacerlo, antes encontrarás tu propia salida.


  • La más paralizante de las fobias

Todos convivimos con el miedo, es uno de los sentimientos básicos que nos caracterizan como seres humanos. De hecho es, una vez más, un mecanismo muy valioso de supervivencia porque nos pone en alerta ante un peligro. Sin embargo, lejos de esta visión conceptual, como psicólogos en nuestra terapia para la agorafobia y otras consultas similares, trabajamos con una realidad muy distinta de la repercusión que el miedo tiene en la vida de las personas.

Pasar de un temor racional a una fobia abrumadora es demasiado fácil, el límite lo marca una línea muy frágil. Porque, en principio, cualquiera de estas fobias se inicia con un temor más o menos lógico: las arañas u otros insectos nos pueden hacer daño real, subir a un avión implica una probabilidad de accidente… Y así podemos analizar las distintas variantes de esta disfunción emocional. También hacemos esta analogía sobre la explicación del origen en nuestra terapia para la agorafobia, el punto de partida aquí es el pánico a sentirte atrapado o indefenso frente a un peligro.

¿Por qué nos parece que esta es, dentro de las fobias, la que necesita una intervención más inmediata? Sencillamente, porque es la que más afecta a tu vida, con unas consecuencias más preocupantes. En general, el mecanismo inconsciente de reacción ante una fobia consiste en evitar la exposición al agente que la causa. Dejas de subirte a un avión o sales corriendo cuando ves una araña, siguiendo el ejemplo de los dos casos que antes hemos citado.

Pero ¿qué pasa cuando tu pánico lo provoca el contacto con otras personas o el simple hecho entrar en un espacio público? Tú sabes, mejor que nadie, lo que sucede. Que poco a poco has ido renunciando a actividades tan simples como hacer cola para sacar las entradas del cine o quedar con amigos en época de rebajas. Por supuesto, por mucho que te guste correr, ni te planteas participar en una carrera popular. O te resulta imposible participar en esa concentración reivindicativa que van a hacer tus compañeros de trabajo. Un suma y sigue que acaba condicionando profundamente tus relaciones personales y laborales. No lo permitas, es posible que retomes el control de tu vida participando de una terapia para la agorafobia cercana y discreta como la que te ofrecemos.


  • Qué hace por ti nuestra terapia para la agorafobia

Eres muy consciente de que algo tienes que hacer, porque si no tu situación no va a mejorar. Desde Pensaments queremos empezar por mandarte un primer mensaje de aliento. ¡Te reconocemos la valentía que implica dar este paso, buscar ayuda en la terapia para la agorafobia! Para orientarte sobre lo que puedes esperar, te explicamos cómo se enfoca la agorafobia desde el tratamiento cognitivo conductual. 

El objetivo principal es que no acabes más angustiado por tu reacción al exponerte a la causa de tu fobia, que por el miedo que esta te provoca. Y, sí es posible, solo necesitas disponer de los instrumentos adecuados y saber cómo y cuándo actuar. Ese es parte de nuestro trabajo y estaremos junto a ti durante cada paso del proceso.

Sabemos que nuestra anterior afirmación puede parecerte extraña si estás en las primeras fases del problema. Ahora que tu angustia se centra en coger ese ascensor o alejarte de la seguridad que te proporciona tu hogar, es normal que no percibas hasta dónde puede llegar. Mejor que sea así, que te acerques en esta situación a nuestra terapia para la agorafobia.

Antes de que la incapacidad te sobrevenga ya por el mero hecho de abrir la puerta, porque lo que te paralice sea la idea de sufrir uno de tus ataques de pánico en público y convertirte en el foco de todas las miradas. Ahí ya no hay una situación concreta que puedas evitar con cierta normalidad. Es tan genérico que tu agobio es prácticamente constante. Pero, no te preocupes, no es necesario que llegues a ese nivel de ansiedad. 

Nuestra terapia para la agorafobia quiere, precisamente, rebajar tu nivel de tensión. Trabajar con objetivos más concretos que te permitan comprobar tus progresos más rápidamente. ¡Lo tienes al alcance de tu mano, aunque aún no lo veas!


  • Los síntomas que te avisan de que algo empieza a ir mal

Cualquier tratamiento cognitivo conductual para la agorafobia te va a ayudar antes si reaccionas enseguida. Ese es el mensaje más esperanzador que te lanzamos desde Pensaments. Tenemos la suficiente experiencia, después de una década tratando a compañeros que han realizado un viaje similar al tuyo, para insistir en esta idea. Ahora que está tan de moda esa expresión de “salir de tu zona de confort” puede ser interesante que se la apliques a tu situación. Es imposible analizar desde la lógica un miedo que es irracional. Por lo tanto, el esfuerzo inicial es más efectivo que lo concentres en activar un protocolo mental y emocional de salida cuando aparecen los síntomas físicos propios de la agorafobia: mareos, sudoración, sensación de ahogo y temblores.

Ahora que hemos revisado esas señales de alerta que te permiten detectar que la agorafobia te acecha, tenemos que hacerte otro anuncio esencial. Siempre estás a tiempo de recuperar el control de tu vida. Es imprescindible evitar que se asiente en ti una idea negativa, que te parezca que llegas demasiado tarde. ¡La terapia para la agorafobia funciona siempre, solo hace falta que te impliques y te lo creas! 

En todos y cada uno de los miembros de nuestro equipo vas a encontrar la misma implicación y complicidad desde el minuto uno. Antes de sumirte en la “evitación”, un mecanismo tan humano como peligroso, nosotros apostamos por las técnicas de relajación y las exposiciones breves. Te proponemos un acercamiento progresivo pero muy ambicioso. Porque nos mueve una confianza en ti tan profunda que sabemos que no hay límites temporales a tu avance. ¡Es el momento de que vuelvas a creerlo tú también!