¿En qué consiste la terapia para la depresión?

Utilizamos tan a menudo expresiones como “me siento deprimido”, “esto es deprimente” o “deja de deprimirme” que corremos el riesgo de trivializar sobre una de las patologías que más vapulea a la población de todo el planeta. Sí, la terapia para la depresión es uno de los tratamientos psicológicos más demandados y, también, de los más efectivos. Porque, a pesar de su complejidad, la depresión es una conocida compañera de nuestras consultas. 

Te transmitimos nuestra experiencia positiva, esa que nos permitís contrastar a diario en Pensaments. La depresión se puede y de debe tratar, los resultados de experimentar una terapia para la depresión son tan positivos que merece la pena que lo intentes. ¡Es más fácil salir y recorrer parte de este camino acompañado! Y es nuestra propuesta, avanzar junto a ti, para llegar tan lejos o tan cerca como elijas.

Puedes empezar por liberarte de ese sentimiento de culpa que suele ir ligado a esta enfermedad psicológica. No eres débil, no has llegado a esta situación porque eres menos competente que los demás para afrontar los problemas cotidianos. Nuestra terapia para la depresión comienza por recordarte que la distancia entre sentirnos puntualmente apenados y caer en una depresión clínica es muy delgada. ¡Ninguno estamos libres de atravesarla! En todo caso, vas a oírnos reivindicar hasta la saciedad el incuestionable valor de la unicidad. Es decir, defender que cada persona es un proyecto exclusivo, irrepetible y fascinante. Tus reacciones, tus cualidades, son tan respetables como las de cualquier otra persona. Intentar no establecer comparaciones y ayudarte a recuperar esas habilidades que ahora necesitas más que nunca es la esencia de nuestra terapia para la depresión.

 

  • ¿Optimismo sobrevalorado, pesimismo desacreditado?

Todos conocemos personas que tienen una actitud positiva ante los inevitables vaivenes de la vida. Frente a ellos, están quienes tienden a ver el lado más oscuro, incluso de los momentos más felices. De forma casi automática, solemos sentirnos más inclinados a relacionarnos con los optimistas, puede que pensando que así nos contagiaremos de su corriente de energía ilusionante. Y, por la misma razón, ponemos cierta distancia respecto a esas personalidades más sombrías. Esta asociación que se hace a pie de calle, ¿tiene su reflejo en la psicología profesional? ¿Son los pesimistas más propensos a necesitar una terapia para la depresión? ¿Es más frecuente que recurran a la terapia para la depresión y ansiedad?

Desde nuestra experiencia profesional no está demostrada esta relación como un factor determinante. Es más, la filosofía que nos mueve en Pensaments precisamente es la de alejarnos de este tipo de clasificaciones preconcebidas. Para nosotros, el valor de cada persona proviene de sus cualidades intrínsecas y no hay unas más preciosas que otras. No, los pesimistas no son tóxicos, ni los optimistas la panacea. Y, en concreto, frente a la posibilidad de necesitar una terapia para la depresión, la clave está en el equilibrio entre las expectativas y la capacidad de reaccionar. A veces una persona pesimista está más preparada, porque espera menos. Es lo que los psicólogos llamamos pesimismo defensivo, manejan escenarios más asequibles y eso les permite controlar mejor su ansiedad.

En todo caso, empecemos por no establecer escenarios predeterminados. Nos parece esencial insistir en este punto, la psicoterapia para la depresión solo puede plantearse desde un conocimiento de la diversidad y riqueza de la personalidad. Desde luego es así para nuestro equipo. Tras 15 años de experiencia, una de nuestras conclusiones más valiosas tiene que ver con esta reivindicación de la variedad. No entendemos nuestra intervención desde una perspectiva distinta a la personalización. Y te animamos a comprobarlo, ¡te sentirás de nuevo protagonista de tu historia!

 

  • La tristeza como una forma de vida

Una cosa es ser precavido, sopesar profundamente las posibilidades, incluso poner mayor peso en evitar los posibles peligros de una decisión, y otra muy distinta vivir con la tristeza como compañera. En esto ocurre un poco como con la soledad, si la hemos elegido o nos la imponen las circunstancias. Estar triste es tan “normal” y saludable como estar contento.

De hecho, oscilar entre estos dos sentimientos y otros muchos más es la forma natural en la que nos desenvolvemos las personas. Durante nuestra trayectoria vital nos adaptamos a las circunstancias que se nos presentan. Si hemos tenido una pérdida o afrontamos un problema, nos sentimos tristes. Y cuando avanzamos y conseguimos metas, pues, lógicamente nos sentimos alegres. Un síntoma de que algo no funciona es que haya una descoordinación entre lo que realmente pasa y cómo lo sentimos. ¿Tienes dudas, no sabes si lo tuyo sería considerado por los profesionales como una depresión?

Hablamos de la necesidad de un tratamiento cognitivo conductual para la depresión cuando ese estado anímico se prolonga mucho más allá de la posible causa que lo originó. Poco a poco, esa tristeza profunda se instala en tu vida y empieza a dominarlo todo. No te permite disfrutar de actividades que antes te encantaban. Más allá de ese sentimiento de tristeza que lo inunda todo, hay algunas señales que emite tu cuerpo y que no son otra cosa que avisos para que tomes medidas. Por supuesto, lo habitual es empezar con disfunciones en el sueño, insomnio o aletargamiento. También se refleja en tu relación con la comida, por exceso o defecto, el caso es que no te alimentas de forma saludable. Y, finalmente, un largo listado de distintos dolores que pueden o no aparecer, los más habituales el de cabeza y el de espalda.

Y también afecta a las relaciones personales, que vas abandonando de manera inconsciente. ¡Te sientes incapaz de conectar con el otro! Te animamos a compartirlo con nosotros. Somos profesionales, pero sobre todo somos personas como tú, capaces de entender qué estás sintiendo. Una complicidad que, combinada con nuestro conocimiento, es la base de la terapia para la depresión que te proponemos.

 

  • Una terapia para la depresión que te escucha

La herramienta más genuina del ser humano es la comunicación. ¡Cómo no aprovecharla en las consultas de los psicólogos! Al menos, en Pensaments reivindicamos su papel esencial. No esperes de nuestra terapia para la depresión un asesoramiento encorsetado, un tratamiento preestablecido desde el primer momento en el que acudes a nosotros. Al contrario, necesitamos conocerte y por eso dedicaremos todo el tiempo que haga falta a escucharte. Nuestro objetivo es darte esa atención personalizada, con la que te sientas cómodo y que te resulte efectiva. Porque, si te identificas con el tratamiento es más fácil que lo incorpores a tu rutina y, como consecuencia, que te dé resultado.

Sabemos que te sientes confuso. Que una de las consecuencias más hirientes de la depresión es que dejas de reconocerte. Si pudieses ver su efecto en un espejo, no te identificarías con la imagen de ti que refleja. Sin embargo, tú sigues siendo la misma persona. Ahora estás como vacío, oscilas entre la inapetencia y la ira, estás cansado, inquieto y te cuesta pensar. Pero nuestra psicoterapia para la depresión irá atendiendo todas y cada una de esas dificultades, y proporcionándote instrumentos para superarlas. Volverás a dormir y recuperarás el apetito, dos síntomas físicos que es importante atajar para que recuperes la energía que te hace falta para volver a tu actividad cotidiana. ¡Un poco de paciencia, y la ilusión volverá a tu vida!

En todo caso, nuestro objetivo es insistir en la prioridad de abordar este tema de la terapia para la depresión desde la personalización. Sin olvidar que la depresión no entiende de edades, puede aparecer y es igual de paralizante en adultos, niños o adolescentes. Porque lo que buscamos es superar ese tipo de disfunciones emocionales tan dolorosas. Independientemente de su origen o de si estabas más predispuesto a necesitar algún tipo de terapia cognitivo conductual para la depresión, lo esencial es que adquieras las habilidades y competencias para superar esa situación. Y puedes respirar profundo, porque están a tu alcance.