¿Cuándo ir al psicólogo? Seguro que has tenido esta duda en más de una ocasión. Si afrontas un proceso de separación de tu pareja, al incorporarte a un puesto de trabajo especialmente estresante, ante tu reciente maternidad, cuando estás atravesando el proceso de duelo por la pérdida de un ser querido… Son todas situaciones difíciles en las que se pone a prueba tu estabilidad emocional y esa fortaleza mental de la que hasta entonces no habías dudado. Circunstancias singulares que te reclaman actuar. Es, sin duda, el momento de contar con el apoyo que solo podemos proporcionarte los
profesionales.
A veces no queda tan claro cuándo acudir al psicólogo. Tu vida es la de siempre, sin conflictos más preocupantes que los roces normales que se dan entre familias y amigos. Además, disfrutas de una situación económica saneada, tus hijos van creciendo sin grandes dificultades, ninguna amenaza acecha a tu futuro. Y, sin embargo, te levantas un día con esa idea en la cabeza. Por experiencia, el mero hecho de plantearte cuándo ir al psicólogo es la primera señal de que lo necesitas. ¡Demorar la decisión no hace más que incrementar tu preocupación!
Sesión de psicología
60 €
Sesión de coaching psicológico
60 €
Sesión de psiquiatría, 1ª consulta
80 €
Sesión de psiquiatría, siguientes consultas
70 €
*actualmente las sesiones de psicología tienen un coste de 60 euros y una duración de 50 minutos para evitar el contacto entre clientes y garantizar la desinfección de la zona.
Afortunadamente, no estamos resolviendo una ecuación matemática. Los profesionales de la Psicología trabajamos con personas. Ese es, por cierto, nuestro mayor estímulo. Ningún paciente es igual que otro y ninguna terapia puede funcionar si no se plantea como algo individualizado. Por eso, son tan importantes los equipos multidisciplinares en los tratamientos de salud mental y emocional. ¡Cada actuación requiere del especialista más preparado!
Con esta cuestión de cuándo ir al psicólogo ocurre algo similar. No existen respuestas contundentes. Pero sí, desde luego, unas pautas claras que aconsejan que, al menos, nos consultes. En general, todas tienen que ver con una sensación de desasosiego interior. No hace falta que sea tu estado emocional constante, también debes valorarlo si aparece de forma intermitente, pero en un periodo de tiempo que se prolonga.
¿Tienes con frecuencia ataques de ira descontrolados? ¿Pasas de la risa a las lágrimas en cuestión de segundos? ¿Notas que te cuesta concentrar tu atención? ¿Te sientes triste y no eres capaz de encontrar una causa concreta? Este test básico puede darte pistas. Si respondes afirmativamente a una o varias de estas cuestiones, con la premisa que no sean sensaciones puntuales, quizá conviene que nos contactes.
Otra fuente que ayuda a detectar cuándo ir al psicólogo tiene que ver con funciones básicas del organismo. Desde luego, el sueño es una clave, sobre todo cuando hay cualquier cambio con respecto a nuestro comportamiento anterior. La misma señal de alerta es que te cueste conciliar el sueño, como que, por el contrario, lo único que te apetezca es estar en la cama. Con la comida pasa igual, los atracones compulsivos o la inapetencia suelen esconder alguna anomalía emocional.
Ahora tienes suficiente orientación, sin embargo, es probable que todavía te cueste tomar una decisión. Somos los psicólogos los más conscientes de la dificultad que implica para mucha gente dar ese primer paso. Desde el instante en que piensas cuándo ir al psicólogo, hasta que coges el teléfono o buscas por internet cómo concertar esa cita pasa un tiempo trascendental para tu bienestar ¡Deja que empecemos desde ya a ayudarte!
Sabemos que la inacción es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos los psicólogos. Es una de las interferencias que más secuelas dejan entre quienes atraviesan una etapa de dificultades emocionales. Sin ganas de hacer nada, con todas tus actividades afectadas por esa inapetencia, ¿cómo vas a tener ánimo para plantearte cuándo ir al psicólogo? Y, sin embargo, es tu mejor salida.
Ten en cuenta que, como ocurre con las enfermedades convencionales, el malestar emocional es más difícil de tratar cuando se cronifica. Nuestros servicios psicológicos siempre van a aplicar la técnica más innovadora o la terapia más efectiva para ayudarte. Pero, es imprescindible tu colaboración ¡Qué el interés por recuperar el control de tu vida sea un estímulo que te acerque a la solución!
Te aseguramos que tu única preocupación será decidir cuándo ir al psicólogo. Una vez que contactes con nosotros, dispondrás de todo nuestro conocimiento, formación y experiencia. Cercanía y comunicación son los elementos en los que basamos nuestro trabajo. Primero te queremos conocer. Es la única forma de descubrir qué tipo de ayuda es la que precisas.
Son muchas las variables que tenemos que analizar. Por supuesto, el primer filtro es la edad. Tenemos expertos en Psicología de Adultos o psicólogos para adolescentes, porque son realidades que no pueden abordarse desde la misma perspectiva ni con las mismas terapias. Lo mismo sucede con la naturaleza de tu demanda. Por ejemplo, un caso muy específico es el de los profesionales que necesitan desarrollar determinadas habilidades. Nada mejor que dejarles en manos de nuestros especialistas en Coaching psicológico.
La realidad de las sociedades modernas es la falta de tiempo. Si añadimos la dificultad de movilidad, la ecuación solo puede conducirnos a una solución. ¡Nos adaptamos, una vez más, a tus necesidades! Por eso dispones de la opción de recibir nuestros servicios de Psicología de manera online o de forma presencial. La calidad y la eficacia son las mismas, tan solo se trata de adoptar la fórmula que te haga más fácil recibir la atención personalizada que tu caso requiere.
Años de experiencia profesional nos han demostrado que retrasar la decisión de cuándo ir al psicólogo solo incrementa el problema. Más ansiedad, una tristeza más profunda. Incluso, tus relaciones personales se resienten. Es un sinsentido cuando tienes la herramienta más eficaz al alcance de tu mano. Queremos que nos veas como un equipo que trabaja contigo para conseguir el mismo objetivo. Descubre y pon en práctica habilidades que hasta ahora ni siquiera sabías que tenías. Aprende a utilizar competencias emocionales que mantenías ocultas. ¡Cuenta con nuestra motivación y profesionalidad para alcanzar el éxito!
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